Remesas a México superan los 5,000 millones de dólares en marzo

Las remesas a México, una de las principales fuentes de divisas para el país, registraron un crecimiento del 2.7 % en marzo de 2025 respecto al mismo mes del año anterior, alcanzando los 5,150 millones de dólares, según datos del Banco de México (Banxico).
Esta recuperación llega después de cuatro meses consecutivos de caídas, impulsada por un aumento mensual del 16 % frente a febrero, cuando las remesas se habían desacelerado por políticas más estrictas en Estados Unidos.
En el primer trimestre de 2025, las remesas sumaron 14,269 millones de dólares, un 1.3 % más que en el mismo periodo de 2024, consolidando una de las principales fuentes de ingresos externos para México. Este flujo acumulado, considerado un termómetro del esfuerzo de los trabajadores mexicanos en el exterior, ha alcanzado una cifra récord, con un promedio mensual de 5,411 millones de dólares en los últimos doce meses.
El repunte en marzo, con 13.438 millones de envíos y un promedio de 383 dólares por remesa, refleja una leve recuperación en el envío de recursos a los hogares mexicanos, a pesar de las tensiones migratorias en Estados Unidos y un entorno económico desafiante.
Este comportamiento refuerza el peso de las remesas como un motor clave para el consumo interno y la estabilidad financiera de millones de familias en México, brindando una base sólida para sectores como el comercio, la construcción y los servicios financieros.
Sin embargo, esta dependencia de los ingresos del exterior también representa una vulnerabilidad, especialmente ante cambios en las políticas migratorias y laborales de Estados Unidos, que sigue siendo el principal destino de los trabajadores mexicanos.
A largo plazo, México enfrenta la oportunidad de capitalizar este flujo de recursos para fortalecer su mercado interno y reducir su dependencia económica, integrando estos ingresos en estrategias de inversión productiva que impulsen el desarrollo regional y la creación de empleos formales.
Al mismo tiempo, la volatilidad económica global y los cambios en las políticas migratorias estadounidenses se mantienen como factores de riesgo que podrían afectar la estabilidad de este ingreso, que ha sido una fuente crucial de resiliencia económica.
Collaboration: Editorial Auge.