Monterrey lidera ocupación industrial en el norte de México

En noviembre de 2024, las ciudades del norte de México consolidaron su relevancia en el sector industrial al captar el 40% de la ocupación nacional de naves industriales.

Este desempeño está directamente ligado al auge del nearshoring, que ha motivado a empresas internacionales a relocalizar operaciones en busca de mayor proximidad al mercado estadounidense y mejores condiciones logísticas. 

Monterrey lideró la demanda con 50,000 metros cuadrados arrendados, destacándose como el segundo mercado más grande del país después de la Ciudad de México. 

Saltillo, con más de 30,000 metros cuadrados ocupados gracias a proyectos hechos a la medida, también confirmó su potencial como un importante polo industrial en la región norte. Reynosa y Mexicali, aunque con cifras más modestas, aprovecharon su conectividad fronteriza para atraer inversiones clave.

El dinamismo de Tijuana ilustra cómo el mercado fronterizo sigue siendo un pilar estratégico para el país. Con un inventario clase A cercano a los 4 millones de metros cuadrados, esta ciudad fronteriza no solo facilita la entrada al mercado estadounidense, sino que también ha impulsado el desarrollo de más de 300,000 metros cuadrados en proyectos nuevos, reflejando una demanda sostenida. Sin embargo, la baja tasa de disponibilidad, que alcanzó el 3.6%, evidencia la presión sobre la infraestructura existente y la necesidad de diversificar opciones de desarrollo.

También se beneficia de una base manufacturera consolidada y una fuerza laboral competitiva. Sin embargo, enfrenta debilidades significativas, como la insuficiencia de infraestructura en ciertos puntos clave, lo que podría limitar la capacidad de atender una demanda creciente. Adicionalmente, la alta dependencia de la dinámica económica de Estados Unidos representa un riesgo inherente.

Las oportunidades se materializan en el auge del nearshoring, que podría consolidar a México como un destino preferido para empresas que buscan diversificar cadenas de suministro. También hay espacio para la innovación en modelos de construcción industrial y en el desarrollo de corredores logísticos más eficientes. Sin embargo, persisten amenazas como la competencia de otros países con costos laborales más bajos y un entorno global incierto que podría impactar la inversión extranjera directa.

En este contexto, el mercado industrial del norte de México se posiciona como un actor clave en la atracción de inversiones estratégicas. Su capacidad para mantener un crecimiento equilibrado dependerá de cómo se gestionen sus retos estructurales y de la habilidad del país para ofrecer condiciones competitivas frente a otros destinos emergentes.

Collaboration: Editorial Auge.

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