Franquicias inmobiliarias impulsan inversión en México

El auge de la demanda de inmuebles en zonas turísticas ha fortalecido el modelo de franquicias inmobiliarias en México.

En un resort frente al mar en Baja California, un grupo de inversionistas observa cómo se negocian las primeras propiedades de lujo con capital extranjero. Lo que parecía un movimiento aislado se ha convertido en un indicador de la transformación del mercado inmobiliario mexicano, donde las franquicias internacionales juegan un papel cada vez más relevante. 

La alta demanda de inmuebles en zonas turísticas ha convertido al país en un destino atractivo para inversionistas de Estados Unidos y otras regiones.

Realty ONE, empresa que acaba de aterrizar en México con planes de abrir 70 franquicias en los próximos dos años, tiene la proyección de comercializar alrededor de 8,000 propiedades residenciales, comerciales e industriales, de las cuales se espera que 40% sean adquiridas por inversionistas norteamericanos, lo que representaría un flujo de capital extranjero de entre 800 millones y 1,400 millones de dólares. 

El modelo que Realty ONE impulsa en México se diferencia de la franquicia tradicional. Con menor costo de entrada, oficinas llave en mano y ausencia de regalías sobre ingresos brutos, ofrece un esquema más flexible y rentable para emprendedores y agentes. Las comisiones más altas del mercado, pagadas de manera puntual, y el soporte tecnológico robusto facilitan la conexión con compradores jóvenes y exigentes, quienes hoy toman decisiones de manera digital y buscan propiedades que se adapten a su estilo de vida. Esta propuesta convierte cada transacción en una experiencia moderna, eficiente y confiable, alineada con tendencias globales del sector.

El mercado mexicano ofrece oportunidades claras. Las regiones de alta plusvalía y la creciente demanda de inversión extranjera generan un entorno atractivo para expandir franquicias. La reinversión de utilidades en México fortalece la economía local y consolida un ecosistema más profesional y sostenible. Al mismo tiempo, existen desafíos. La concentración de la demanda en ciertos destinos limita la diversificación, y la volatilidad económica o cambios regulatorios podrían afectar la rentabilidad de las operaciones. La capacidad de los franquiciatarios para adaptarse y aprovechar las herramientas digitales será clave para mantener un crecimiento estable.

La combinación de fortaleza turística, oportunidades de crecimiento, innovación en franquicias y reinversión local posiciona al país como un protagonista en un mercado en expansión. Lo que comenzó como una tendencia en destinos específicos ahora se perfila como un momento histórico en el que México redefine su papel dentro de la inversión inmobiliaria internacional, creando nuevas oportunidades para emprendedores, agentes y compradores extranjeros.

Collaboration: Editorial Auge.

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