Farmacias mexicanas: nuevo motor económico 

El sector farmacéutico minorista crecerá 6.5% anual entre 2025 y 2028, alcanzando 11,586 millones de dólares.

En el corazón del nuevo consumo mexicano, las farmacias se están transformando en algo más que puntos de venta de medicamentos: son el termómetro de una sociedad que ha decidido cuidar de sí misma. 

Hace apenas unos años, el autocuidado era una tendencia emergente; hoy es una fuerza que está redibujando el mapa del retail nacional. Y el dato lo confirma: el sector farmacéutico minorista en México crecerá a un ritmo anual de 6.5% entre 2025 y 2028, alcanzando un valor de 11,586 millones de dólares, según un estudio de RX México y Euromonitor.

Detrás de estas cifras hay una historia de adaptación y oportunidad. Con más de 65,000 farmacias distribuidas por todo el país, México posee una de las redes más extensas de América Latina. 

El Centro y el Bajío reúnen más del 60% de los puntos de venta, consolidando a estas regiones como el epicentro de un negocio que no deja de reinventarse. Sin embargo, el 74% de las farmacias son negocios independientes, lo que revela una fortaleza y un desafío al mismo tiempo: una enorme capilaridad territorial, pero también un ecosistema fragmentado que complica la modernización tecnológica y la consolidación de marcas nacionales fuertes.

En los anaqueles, los productos cuentan otra parte de la historia. Los medicamentos de venta libre (OTC) dominan las ventas con 2,968 millones de dólares, seguidos por las vitaminas y suplementos dietéticos con 2,668 millones y los productos herbales con 1,170 millones.

A esto se suman segmentos en expansión como control de peso y bienestar, nutrición deportiva, pediatría y alergias. En conjunto, conforman una industria que ya no solo busca aliviar síntomas, sino promover estilos de vida saludables. Los suplementos y vitaminas se han vuelto parte esencial del autocuidado y de la vida cotidiana, posicionando el bienestar como aspiración y a la farmacia como su puerta de entrada.

El auge del wellness representa una oportunidad histórica para el retail farmacéutico. Pero también expone una brecha que debe cerrarse pronto. Muchas farmacias han adoptado canales digitales como WhatsApp para recibir pedidos, aunque la verdadera transformación depende de la eficiencia con la que respondan al cliente, del control de inventarios y de su capacidad para ofrecer experiencias fluidas en línea y en el mostrador. No basta con tener herramientas digitales; hay que saber utilizarlas estratégicamente. El reto no es solo tecnológico, sino logístico y de conocimiento.

Esa falta de profesionalización es una de las debilidades más visibles del sector. En buena parte del país, el personal de mostrador cumple una función transaccional sin ofrecer orientación especializada. Convertir a estos colaboradores en dispensadores certificados sería un paso decisivo hacia un modelo de servicio más sofisticado y de mayor confianza. La capacitación y el conocimiento técnico pueden ser el punto de inflexión que defina la competitividad de las farmacias mexicanas en los próximos años.

El retail farmacéutico mexicano está escribiendo una nueva etapa en la historia del comercio del país. Su evolución no depende únicamente de la expansión de puntos de venta, sino de la inteligencia con que logre conectar con un consumidor que busca información, asesoría y bienestar integral. La oportunidad está en convertir esa red dispersa de más de 65,000 farmacias en un ecosistema moderno, profesional y tecnológicamente integrado. Si el sector logra hacerlo, no solo alcanzará los 11,586 millones de dólares proyectados para 2028, sino que se consolidará como una pieza clave en la economía del bienestar que define al México contemporáneo. La transformación ya comenzó y las farmacias están en el centro de ella.

Colaboración: Editorial Auge.

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