México, segundo lugar en residencias de marca de lujo

México se ha consolidado como el mercado más activo en América Latina en el segmento de residencias de marca, posicionándose además como el segundo país a nivel global con mayor número de desarrollos de este tipo, solo por detrás de Estados Unidos.
Así lo confirma el Global Branded Residences Report elaborado por Knight Frank, que destaca el dinamismo del mercado mexicano frente al crecimiento sostenido de este modelo inmobiliario de lujo en la región.
Las residencias de marca, que integran propiedades privadas con servicios propios de la hospitalidad cinco estrellas, han dejado de ser una tendencia exclusiva de cadenas hoteleras tradicionales como Four Seasons o The Ritz-Carlton.
En esta nueva etapa de expansión, marcas emergentes con identidad en diseño, arte y gastronomía —como Pendry, Tivoli, Faena y Cipriani— han entrado con fuerza, estableciendo alianzas estratégicas con desarrolladoras mexicanas para proyectos residenciales de alto valor.
Entre los casos más destacados está Pendry Mexico City, un desarrollo de 20 unidades exclusivas previsto para 2026 en la colonia Roma Norte. Con diseño de interiores a cargo de AVROKO y una oferta de servicios de lujo que incluye spa, rooftop, restaurantes de autor y experiencias personalizadas, el proyecto busca integrar el estilo de vida contemporáneo con el entorno cultural de la capital mexicana.
Otro desarrollo relevante es Tivoli Mérida Residences, que abrirá en 2027 en el emblemático Paseo Montejo. Con 69 unidades, este proyecto combina arquitectura colonial restaurada —incluida una mansión de 1903 que será núcleo social y cultural— con amenidades de primer nivel, bajo la operación de Minor Hotels.
Este modelo de negocio se ha convertido en una vía eficiente de monetización tanto para los desarrolladores como para los propietarios.
Al ofrecer servicios comparables con los de un hotel de lujo y, en muchos casos, acceso a programas de renta vacacional, las branded residences permiten capitalizar la inversión inmobiliaria de forma flexible y atractiva para compradores nacionales e internacionales. Además del potencial financiero, estas propiedades representan una propuesta de valor basada en el estilo de vida: pertenencia a comunidades exclusivas, experiencias personalizadas, diseño de alto nivel y acceso inmediato a servicios de bienestar, gastronomía y entretenimiento.
México parte de una posición ventajosa. Su riqueza cultural, el dinamismo turístico y una oferta urbana diversa permiten adaptar los desarrollos a diferentes perfiles de compradores. La cercanía geográfica con Estados Unidos, la solidez de algunos polos inmobiliarios como la Riviera Maya, Los Cabos, la Ciudad de México o Mérida, y la experiencia de desarrolladores locales en proyectos de alta gama son fortalezas claras que lo colocan como un país altamente competitivo. A esto se suma una apertura creciente de marcas globales por invertir en destinos emergentes con identidad propia.
Al mismo tiempo, el mercado presenta oportunidades relevantes. El crecimiento de la demanda por segundas residencias, el atractivo de México para compradores extranjeros que buscan diversificar su patrimonio, y la posibilidad de aprovechar zonas aún subdesarrolladas con alto potencial turístico amplían el margen de expansión para este modelo. La evolución del perfil del comprador internacional, cada vez más orientado a la experiencia integral y no solo al producto, también abre nuevas posibilidades de innovación en el diseño y la operación de los desarrollos.
Sin embargo, el entorno no está exento de desafíos. El contexto regulatorio y la seguridad jurídica en algunas regiones siguen siendo una debilidad estructural que puede limitar el interés de ciertos inversionistas. A ello se suma la necesidad de mantener altos estándares de calidad en la construcción y operación para estar a la altura de las expectativas internacionales. La saturación de algunos destinos turísticos, el encarecimiento del suelo en zonas clave y las posibles tensiones sociales en torno al acceso a vivienda también representan factores que pueden incidir en la sostenibilidad del modelo a largo plazo.
A pesar de ello, el avance es claro. Con una oferta sofisticada, una identidad cultural reconocida y una creciente colaboración entre marcas globales y desarrolladores nacionales, México está construyendo una reputación sólida en el mercado internacional de residencias de marca.
Colaboración: Editorial Auge.