México se mantiene entre los 15 países con mayor atracción de inversión extranjera

México se ubicó en la posición número 11 en el ranking mundial de atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) durante 2024, de acuerdo con el Informe sobre las inversiones en el mundo 2025 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

El país captó 37,000 millones de dólares en flujos de inversión, superando ligeramente los 36,000 millones registrados en 2023. Este resultado reafirma la capacidad del país para mantenerse como uno de los principales destinos de inversión a nivel global, en un entorno internacional complejo y cada vez más competitivo.

El dinamismo de estas actividades confirma la posición estratégica de México dentro de las cadenas de suministro globales, especialmente en el contexto del nearshoring. La cercanía con Estados Unidos, los acuerdos comerciales vigentes, la mano de obra calificada y una red de infraestructura en expansión han sido factores determinantes en esta continuidad positiva.

A nivel global, Estados Unidos lideró la captación de IED con 279,000 millones de dólares, seguido por Singapur, Hong Kong, China, Luxemburgo y Canadá. En este panorama, México mantiene una posición competitiva frente a economías más grandes y desarrolladas, lo cual refuerza su perfil como plataforma de producción e integración regional.

Sin embargo, la UNCTAD advierte que el entorno global de inversión enfrenta riesgos crecientes. Las previsiones de crecimiento económico se han revisado a la baja, y las señales de desaceleración en el comercio y la formación de capital impactan directamente en la IED. La persistencia de altos niveles de deuda, la inestabilidad política en diversos países y la volatilidad en los mercados financieros también afectan la confianza de los inversionistas. Estos factores, sumados a un debilitamiento en los indicadores de percepción empresarial como el PMI, configuran un escenario de incertidumbre en el que solo los mercados con fundamentos sólidos lograrán atraer y retener inversiones de largo plazo.

A pesar de estas condiciones, los países en desarrollo han mostrado resiliencia. En 2024, lograron mantener estables los flujos de IED en 867,000 millones de dólares, un contraste notable frente a la contracción del 22 % registrada en las economías desarrolladas. Dentro de este grupo, diez grandes mercados emergentes concentraron cerca del 75 % de la inversión, entre ellos China, Brasil, México, Indonesia e India. Esta concentración refleja tanto el atractivo de estos países como la brecha estructural que aún enfrentan las economías en desarrollo más pequeñas para integrarse en las dinámicas de inversión global.

México destaca en este grupo por sus ventajas geográficas, la solidez de su red de tratados comerciales y la creciente profesionalización de sus sectores industriales. No obstante, enfrenta también desafíos internos que podrían limitar su potencial. La inseguridad en diversas regiones, la necesidad de mejorar el estado de derecho, la falta de infraestructura energética en zonas estratégicas y los procesos administrativos complejos aún son señales de alerta para ciertos inversionistas. Además, el país debe avanzar con mayor celeridad en temas como la transición energética, la digitalización y la capacitación técnica para consolidar su posición en industrias de alto valor agregado.

El hecho de que México conserve su posición en el ranking mundial de IED, incluso en medio de un contexto adverso, es una señal de confianza y estabilidad. Sin embargo, para escalar posiciones y ampliar su atractivo frente a otras economías emergentes, será fundamental fortalecer las condiciones internas, fomentar políticas públicas que reduzcan la incertidumbre y continuar promoviendo sectores estratégicos con visión de largo plazo.

Colaboración: Editorial Auge.

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