Finsa invertirá 500 millones de dólares en naves industriales en México

La desarrolladora inmobiliaria Finsa anunció una inversión de 500 millones de dólares para adquirir hasta 70 naves industriales en México, como parte de una estrategia para fortalecer su presencia en los corredores clave del país.

La firma detalló que esta operación se llevará a cabo en alianza con BBVA y estará dirigida a la compra de inmuebles actualmente operados por empresas que, al vender sus instalaciones, obtendrán liquidez inmediata y podrán seguir utilizándolas bajo un esquema de arrendamiento.

Del total de la inversión, el 61 % se enfocará en naves orientadas a la manufactura y el 39 % en espacios logísticos. Las regiones prioritarias serán Monterrey-Saltillo, Tijuana, el Bajío y el centro del país, donde Finsa ha identificado condiciones favorables para el crecimiento industrial. Además, la compañía no descarta ampliar el programa hasta 1,000 millones de dólares, en una combinación de recursos propios y financiamiento externo.

Este anuncio se da en un entorno complejo para el mercado inmobiliario industrial mexicano. Durante el primer trimestre de 2024, el sector registró su nivel más bajo en ocupación y construcción en los últimos diez años, como resultado de una mayor incertidumbre derivada de la política comercial de Estados Unidos y el clima político interno. 

En el contexto internacional, la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos representa una amenaza latente para el dinamismo del sector. A pesar de ello, las recientes reuniones entre representantes de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) y legisladores estadounidenses reflejan una conciencia compartida sobre la interdependencia productiva entre ambos países.

De acuerdo con Sergio Argüelles, director general de Finsa, existe preocupación por el rumbo comercial de Estados Unidos, pero también claridad sobre la necesidad de mantener a México como socio esencial para la competitividad de las empresas norteamericanas.

A nivel interno, la certeza jurídica y la estabilidad institucional siguen siendo elementos a consolidar. El entorno electoral y los recientes cuestionamientos en torno al poder judicial han generado dudas entre inversionistas. No obstante, el país mantiene ventajas estructurales que otras economías emergentes no pueden ofrecer: talento especializado, costos competitivos, tratados comerciales vigentes y una infraestructura industrial en desarrollo continuo.

Si bien el arranque de 2025 muestra cifras moderadas —en Monterrey se ha ocupado apenas el 10 % del espacio industrial que se colocó el año anterior—, Finsa percibe señales de reactivación. Las empresas comienzan a liberar proyectos detenidos, especialmente en sectores donde México ha ganado relevancia, como la automoción, los dispositivos médicos, la electrónica y la logística avanzada.

La inversión anunciada por Finsa no solo confirma la apuesta de la firma por el largo plazo, sino que también subraya las oportunidades que persisten en el mercado mexicano, incluso frente a los desafíos.

Colaboración: Editorial Auge.

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