México lidera la demanda de talento en inteligencia artificial en Latinoamérica

Entre 2023 y 2025, las vacantes mexicanas que requieren habilidades en inteligencia artificial crecieron 148%, pasando de 5.6% a 13.9%.

En menos de dos años, México pasó de observar la inteligencia artificial a incorporarla como parte esencial de su ADN emprendedor. Las startups del país no solo están contratando más talento especializado en IA: están definiendo cómo se verá el futuro del trabajo tecnológico en América Latina. 

Según el estudio Impact of AI 2025, elaborado por la plataforma Get on Board en alianza con AWS (Amazon Web Services), la proporción de vacantes que exigen habilidades en inteligencia artificial creció 148% entre 2023 y 2025, al pasar de 5.62% a 13.95%. México no solo encabeza la región en demanda absoluta, sino también en diversidad de aplicaciones y velocidad de adopción.

El informe traza un mapa de transformación regional en el que México emerge como el punto más brillante. Colombia tuvo el mayor crecimiento porcentual, de 255%, al pasar de 3.18% a 11.30%, seguido por Perú, con 116%, pero ningún país combina volumen, variedad y madurez como México. 

El dato sintetiza una tendencia que ya se percibe en el mercado: la inteligencia artificial dejó de ser una herramienta experimental para convertirse en parte de la estrategia empresarial cotidiana.

El estudio describe a las startups como oráculos del mercado. Son las primeras en detectar lo que viene y en transformarlo en oportunidad. En promedio, adoptan nuevas tecnologías entre dos y tres años antes que las grandes corporaciones. En el caso de la IA, están aplicándola a tareas que hace poco eran impensables: automatización de flujos, integración de herramientas no-code, orquestación de agentes y optimización de decisiones. Mientras las grandes empresas aún concentran su IA en áreas técnicas o de análisis, las startups mexicanas la están llevando al corazón de la operación. A nivel regional, las menciones de IA en vacantes tecnológicas alcanzaron 11% en 2025, tras un salto de 57% solo en el último año.

Esa aceleración marca un cambio profundo. En 2023, dos de cada tres ofertas laborales relacionadas con IA mencionaban machine learning; en 2025, solo cuatro de cada diez lo hacen. El resto se vincula con grandes modelos de lenguaje y herramientas generativas como ChatGPT o Gemini. El cambio indica que los equipos de ingeniería ya no están construyendo modelos desde cero, sino operando sistemas inteligentes integrados en sus productos. La IA se volvió tan común en el stack tecnológico como el backend o el frontend. En México, esa transición simboliza el paso de la curiosidad a la convicción.

Sin embargo, la nueva ola de inteligencia artificial revela tanto fortalezas como desafíos. La principal fortaleza del mercado mexicano es su agilidad: las startups tienen la capacidad de incorporar tecnologías emergentes con rapidez y convertirlas en ventaja competitiva. México cuenta con infraestructura digital creciente, acceso a servicios en la nube, capital de riesgo activo y una ubicación geográfica estratégica que lo conecta con el ecosistema norteamericano. Todo esto refuerza su posición como hub regional de innovación.

La oportunidad es igualmente clara. El país puede consolidarse como centro de formación y exportación de talento especializado en IA aplicada. La combinación de demanda interna, apoyo institucional y una generación joven orientada a la tecnología ofrece un terreno fértil para programas de capacitación, reconversión laboral y colaboración universidad-empresa. Además, la expansión de herramientas generativas y no-code abre la puerta para que industrias tradicionales como la manufactura, la logística o la salud adopten la inteligencia artificial sin depender de desarrollos complejos.

Pero el panorama también tiene debilidades. La más evidente es la brecha de talento. La mayoría de los puestos en IA se dirige a perfiles senior o semisenior, con pocas oportunidades para profesionales junior. La falta de experiencia operando sistemas de inteligencia artificial y el rezago en formación técnica pueden convertirse en un cuello de botella para el crecimiento sostenido del sector. A ello se suman las amenazas externas: la dependencia de tecnologías desarrolladas fuera del país y la vulnerabilidad ante cambios regulatorios o éticos sobre el uso de datos. Si México no fortalece su ecosistema de innovación local, corre el riesgo de quedarse como consumidor de inteligencia artificial y no como creador de soluciones.

Pese a esas tensiones, el impulso es innegable. Solo 1.5% de las vacantes menciona explícitamente grandes modelos de lenguaje, pero la adopción práctica de la IA está creciendo a un ritmo que redefine las estrategias empresariales. Los sectores de publicidad, medios, fintech y tecnología empresarial lideran esta transición, apostando por la automatización, la personalización y la eficiencia. En ellos, la inteligencia artificial ya no se percibe como una promesa futura, sino como un requisito competitivo.

La historia que está escribiendo México en este campo tiene algo de pionera. En pocos años, el país ha pasado de observar cómo otros experimentaban con IA a convertirse en el epicentro latinoamericano de su adopción. Las startups son el laboratorio donde se ensaya el futuro de la economía digital, y en sus vacantes, en sus equipos y en sus líneas de código se está definiendo la nueva frontera del talento. Lo que hoy ocurre en México no es solo una tendencia tecnológica: es un cambio de era en el modo en que las empresas crean, operan y compiten. En esa transformación, la inteligencia artificial ya no es un destino; es el lenguaje con el que el futuro comienza a escribirse.

Colaboración: Editorial Auge.

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