México atrae inversión histórica en Inteligencia Artificial

CloudHQ invertirá 4,800 millones de dólares en seis centros de datos de hiperescala en Querétaro, colocándolo como centro digital de América Latina.
En Querétaro, un terreno de 52 hectáreas se prepara para convertirse en el epicentro de la nueva economía digital. Lo que hoy es solo tierra y planos pronto será un megacampus de seis centros de datos de hiperescala, levantados por CloudHQ con una inversión de 4,800 millones de dólares. La noticia, confirmada por el gobierno de México, no es solo un anuncio de infraestructura: es la señal de que el país está escribiendo una nueva página en su historia tecnológica.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, lo describió como la carretera que hará posible la economía de la Inteligencia Artificial. Y no es una metáfora exagerada. La obra traerá consigo 7,200 empleos durante la construcción y 900 puestos permanentes altamente calificados una vez que los data centers entren en operación. Para un estado que ya se ha ganado reputación como polo digital, este proyecto representa un salto a escala continental.
El campus, diseñado bajo estándares de sostenibilidad como refrigeración sin agua y certificaciones LEED Oro y Plata, contará con capacidad crítica de hasta 900 MW respaldada por una subestación privada y otra de maniobras de 2 GW que estarán listas en 2027. Es decir, infraestructura pensada para soportar la próxima generación de servicios globales, desde IA generativa hasta fintech y gaming en la nube.
La magnitud del proyecto no se limita a sus cifras. Con su llegada, México confirma fortalezas que lo han convertido en destino atractivo para la inversión tecnológica: una ubicación estratégica que conecta con Estados Unidos y América Latina, una red de conectividad en expansión y un ecosistema de talento en formación que comienza a responder a las demandas de la economía digital.
Las oportunidades son evidentes. Querétaro podría consolidarse como hub regional en infraestructura crítica para la nube, atrayendo a arrendatarios globales que tripliquen el capital inicial y multipliquen empleos a lo largo de toda la cadena de valor. Telecomunicaciones, energía, construcción y servicios profesionales verán en este proyecto un motor que dinamiza sus propios mercados.
Pero no todo es terreno despejado. El país aún enfrenta debilidades estructurales como la presión sobre la red eléctrica, los tiempos regulatorios y la necesidad de asegurar energía confiable y sostenible para soportar proyectos de esta escala. A esto se suman amenazas externas, desde la competencia con gigantes regionales como Brasil y Chile hasta el escrutinio ambiental que acompaña a toda inversión intensiva en recursos. México se encuentra en un punto en el que la eficiencia regulatoria y la visión a largo plazo marcarán la diferencia entre ser un protagonista o un espectador en la carrera digital.
La apuesta de CloudHQ es también una apuesta por México. Es un recordatorio de que los grandes movimientos económicos no se limitan a cifras de inversión, sino que reconfiguran ecosistemas, redefinen cadenas de valor y crean nuevas oportunidades de empleo y desarrollo. En 2027, cuando los seis centros de datos entren en operación, no solo se encenderán servidores: se encenderá una etapa inédita en la historia empresarial y tecnológica del país. Y quienes hoy miran este anuncio no están observando un proyecto más, están siendo testigos del nacimiento de un referente regional en la economía digital.
Colaboración: Editorial Auge.