Nvidia rompe récord de ingresos con más de 44 mil millones de dólares

Nvidia, el fabricante líder de procesadores gráficos y soluciones de inteligencia artificial, reportó un beneficio neto de 18,775 millones de dólares durante su primer trimestre fiscal.

Esta cifra, correspondiente al periodo de febrero a abril de 2025, representa un incremento del 26.2 % frente al mismo periodo del año anterior. Los ingresos ascendieron a 44,062 millones de dólares, un crecimiento interanual del 69.2 % que superó las previsiones de la propia compañía y reafirma su posición dominante en un sector que está transformando la economía digital global.

El crecimiento estuvo impulsado principalmente por la demanda en infraestructura de inteligencia artificial, especialmente en centros de datos, que generaron ingresos por 39,100 millones de dólares, un 73 % más que el año anterior. 

Este resultado consolida a Nvidia como un proveedor esencial para los grandes modelos de lenguaje, sistemas de automatización industrial y plataformas de análisis masivo de datos. En paralelo, el negocio de videojuegos e inteligencia artificial aplicada a PC alcanzó un récord de 3,800 millones de dólares, lo que refleja la continuidad de un mercado entusiasta por la innovación gráfica y el rendimiento computacional de alto nivel.

En medio de estos avances, Nvidia enfrentó un impacto financiero derivado de las nuevas restricciones del Gobierno de EE. UU. para exportar sus chips H20 al mercado chino. La compañía registró un cargo extraordinario de 4,500 millones de dólares, relacionado con exceso de inventario y obligaciones de compra, y estima que dejó de percibir unos 2,500 millones en ingresos adicionales durante el trimestre. Las ventas de productos H20 alcanzaron 4,600 millones de dólares antes de la entrada en vigor de las restricciones.

De cara al segundo trimestre, Nvidia proyecta ingresos por 45,000 millones de dólares y mantiene un objetivo de márgenes brutos cercanos al 70 %, con gastos operativos estimados en 5,700 millones. 

Sin embargo, reconoce que las limitaciones en el control de exportaciones podrían representar una pérdida de ingresos de hasta 8,000 millones de dólares en el semestre.

Este desempeño revela implicaciones clave para México. En primer lugar, confirma la fortaleza tecnológica de empresas como Nvidia y la creciente necesidad de infraestructuras especializadas en inteligencia artificial, lo cual representa una oportunidad para el país en términos de atracción de inversiones, desarrollo de talento digital y adopción de tecnologías avanzadas en sectores como manufactura, logística y servicios financieros. México cuenta con una base industrial robusta, una cercanía estratégica con Estados Unidos y un ecosistema universitario en expansión que puede alinearse con esta nueva demanda.

Al mismo tiempo, la alta dependencia de actores internacionales para el suministro de chips y soluciones avanzadas de IA representa una debilidad estructural para el mercado mexicano, especialmente si no se diversifica la oferta local y no se acelera la creación de capacidades tecnológicas propias.

Las tensiones comerciales entre EE. UU. y China también suponen una amenaza, ya que pueden generar distorsiones en la cadena de suministro global, afectando proyectos en México que dependen de componentes específicos o integraciones con hardware de origen extranjero.

Por otro lado, la dinámica global marca una oportunidad inédita: la relocalización de operaciones tecnológicas (nearshoring) y la expansión de centros de datos en América del Norte podrían posicionar a México como socio estratégico si se fortalece la infraestructura eléctrica, la conectividad y la certeza regulatoria. La sólida demanda por soluciones de IA y cómputo intensivo también abre la puerta para nuevas alianzas público-privadas que aceleren la transformación digital en industrias clave del país.

A pesar de las restricciones regulatorias que enfrenta Nvidia, el mercado reaccionó positivamente a sus resultados. Aunque sus acciones cerraron con una ligera baja del 0.51 % en la sesión regular de Wall Street, repuntaron alrededor del 4 % en operaciones posteriores al cierre, reflejando la confianza del mercado en la proyección de largo plazo de la empresa y el impulso sostenido de la inteligencia artificial como eje de crecimiento económico global.

Collaboration: Editorial Auge.