Los mejores estados para trabajar en México en 2025

Baja California Sur se posicionó este año como la mejor entidad para trabajar en México, de acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal 2025 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Este resultado, derivado del subíndice de Mercado de trabajo, refleja condiciones destacadas como alta participación económica, menor desigualdad salarial y un entorno favorable tanto para trabajadores como para empleadores.
La entidad escaló tres posiciones respecto al año anterior, desplazando a la Ciudad de México al quinto lugar, luego de que la capital había recuperado el liderazgo en 2024 tras más de una década fuera de ese sitio.
El ranking muestra una tendencia clara: las entidades del norte y noroeste del país concentran las condiciones laborales más competitivas.
Colima, Nuevo León, Baja California, Chihuahua, Querétaro, Jalisco, Coahuila y Sonora integran el grupo de estados con mejor desempeño, mientras que Oaxaca, Tabasco, Veracruz y Chiapas se mantienen al final del listado, con mercados laborales calificados con niveles bajos o muy bajos de competitividad.
El subíndice evaluado por el IMCO mide la eficiencia del capital humano, considerando variables como formalidad, seguridad social, profesionalización, relación salario-productividad y brecha salarial. En este sentido, las entidades mejor posicionadas destacan por una fuerza laboral más capacitada, salarios más competitivos y condiciones que favorecen tanto la atracción de talento como la instalación de empresas con visión de largo plazo.
La noticia confirma que México está transformando su mapa de competitividad laboral. La consolidación de polos regionales más allá de la capital representa una fortaleza estructural: permite distribuir el crecimiento, fortalecer las cadenas de valor locales y reducir la concentración económica.
Estados como Baja California Sur o Colima ofrecen hoy ventajas comparativas que antes se asociaban casi exclusivamente a grandes centros urbanos, lo cual abre nuevas oportunidades para la inversión privada y el desarrollo de industrias especializadas.
Al mismo tiempo, el entorno laboral del país enfrenta desafíos estructurales. Persisten desequilibrios marcados entre regiones, con entidades que arrastran altos niveles de informalidad, baja capacitación y escasa vinculación con sectores productivos de alto valor. Esta disparidad sigue siendo una debilidad del mercado mexicano, pues limita el crecimiento homogéneo y restringe la movilidad laboral.
Frente a este panorama, el crecimiento de la competitividad en ciertos estados abre oportunidades claras: descentralizar operaciones, acceder a talento más accesible y comprometido, y aprovechar ecosistemas locales en expansión.
Sectores como el turismo, las industrias creativas, el comercio electrónico y la manufactura ligera encuentran en estas regiones condiciones propicias para su desarrollo.
Sin embargo, también surgen amenazas que deben considerarse. Una migración acelerada de talento hacia zonas más competitivas podría profundizar las brechas regionales si no se acompaña de estrategias que fortalezcan la infraestructura, el acceso a vivienda y los servicios públicos. Por otra parte, el éxito de algunas regiones podría derivar en una presión sobre sus sistemas laborales, con riesgos de saturación o encarecimiento de la mano de obra en el mediano plazo.
En este contexto, estos resultados ofrecen una fotografía valiosa para la toma de decisiones empresariales. Más que un ranking, el reporte del IMCO traza una radiografía del talento, la productividad y la capacidad de las regiones para generar entornos laborales sólidos.
Las entidades que lideran el índice no solo concentran talento, también configuran entornos con reglas claras, oportunidades de crecimiento profesional y condiciones que impulsan la innovación y la inversión.
Collaboration: Editorial Auge.