México alcanza cifra récord de inversión extranjera

México registró un nuevo récord en Inversión Extranjera Directa (IED), al captar 21,400 millones de dólares durante el primer trimestre de 2025, informó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.

El dato representa un incremento de 5.4 % respecto al mismo periodo de 2024, con base en cifras preliminares, y consolida la tendencia de crecimiento sostenido que el país ha mostrado desde 2023. 

En una conferencia de prensa en Palacio Nacional, Ebrard destacó que el récord anterior para un trimestre similar fue de 9,500 millones de dólares, lo que subraya la magnitud de este nuevo logro. En los primeros trimestres recientes, la inversión extranjera pasó de 18,600 millones de dólares en 2023 a 20,300 millones en 2024 y ahora a 21,400 millones en 2025, lo que evidencia un fortalecimiento continuo.

Durante todo 2024, México también marcó un récord anual con 36,872 millones de dólares en IED, un crecimiento del 2.3 % frente al dato preliminar de 2023, o de 1.1 % si se considera el dato actualizado. 

Este desempeño cobra mayor relevancia al observar el contexto global: la IED mundial cayó 8 % en 2024 si se excluyen los flujos financieros que transitan por economías intermediarias europeas. Al incluir dichos flujos, la inversión extranjera directa global ascendió a 1.4 billones de dólares, con un alza del 11 % respecto a 2023, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).

Detrás de estas cifras, se consolida un entorno favorable para los negocios en México. Entre las principales fortalezas que explican el atractivo del país destacan su cercanía con Estados Unidos, su red de tratados comerciales, su estabilidad macroeconómica, la juventud de su población y la creciente sofisticación de su sector manufacturero.

Estas condiciones han convertido al país en un destino estratégico para la relocalización de cadenas productivas, particularmente en sectores como el automotriz, la tecnología, los dispositivos médicos, la logística y las energías limpias.

Existen también oportunidades específicas que México ha comenzado a capitalizar, como el fenómeno del nearshoring, que está reconfigurando el comercio mundial y favoreciendo a las economías capaces de ofrecer infraestructura, capacidad industrial y acceso directo al mercado norteamericano. Asimismo, la transición energética global está atrayendo inversión hacia regiones donde hay potencial para desarrollar energías renovables, como el norte y el sureste del país.

Sin embargo, el contexto también presenta debilidades estructurales que podrían limitar el aprovechamiento pleno de este momento. Persiste la necesidad de ampliar la capacidad energética, mejorar la calidad de la infraestructura logística, reducir los cuellos de botella regulatorios y garantizar mayor seguridad en ciertas regiones. La falta de personal técnico capacitado en sectores clave también representa un desafío para sostener el ritmo de inversión.

Además, México enfrenta amenazas externas e internas que podrían afectar su desempeño futuro. Las tensiones geopolíticas, la posible desaceleración económica en Estados Unidos, la incertidumbre electoral local e internacional y la competencia de otros mercados emergentes son factores que pueden incidir en las decisiones de inversión.

En este entorno, la continuidad de políticas públicas que fortalezcan el Estado de derecho, la certeza jurídica y la facilitación comercial será determinante para consolidar la confianza de los inversionistas.

El récord alcanzado en este primer trimestre de 2025 refleja una oportunidad única: México está en el centro de una transformación estructural del comercio internacional. Si logra enfrentar sus retos con visión de largo plazo y aprovecha sus ventajas competitivas, podría no solo mantener, sino escalar su posición como uno de los destinos de inversión más dinámicos del mundo.

Collaboration: Editorial Auge.