Economía mexicana crece 1.2% en el segundo trimestre de 2025

El Producto Interno Bruto (PIB) de México registró un crecimiento anual de 1.2 % en el segundo trimestre de 2025, superando las expectativas del mercado que estimaban un avance de apenas 0.8 %.
La cifra, ajustada por estacionalidad y dada a conocer en la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), refleja un mejor desempeño económico del previsto en medio de un entorno internacional complejo. De confirmarse este dato en la publicación final del PIB, se acumularían dos trimestres consecutivos con resultados positivos.
En el primer trimestre del año, el crecimiento fue de 0.7 % anual. En comparación trimestral, el PIB aumentó 0.7 % respecto al periodo enero-marzo, una aceleración frente al avance marginal de 0.2 % observado previamente.
El desglose por sectores revela que las actividades primarias, principalmente agricultura y ganadería, lideraron el crecimiento con un avance anual de 4.5 %. Las actividades terciarias, correspondientes a servicios y comercio, crecieron 1.7 %, mientras que el sector secundario, que incluye industria y manufactura, reportó una ligera contracción de 0.2 % anual. No obstante, en términos trimestrales, estas actividades industriales mostraron una recuperación destacada de 0.8 %, lo que sugiere un repunte tras la caída del trimestre anterior. Este comportamiento heterogéneo entre sectores muestra tanto las fortalezas como las áreas de vulnerabilidad estructural que persisten en el aparato productivo del país.
Analistas internacionales han interpretado estos resultados como una señal de resistencia económica en medio de presiones externas.
El segundo trimestre ofreció un respiro con contribuciones positivas impulsadas por condiciones internas estables, como la baja inflación y la reducción de tasas de interés, además del aplazamiento de ciertas tensiones comerciales.
Esta estabilidad representa una ventaja competitiva para el país frente a otras economías emergentes, al ofrecer un entorno macroeconómico relativamente predecible para la inversión.
Así, este desempeño contribuye a moderar el riesgo de recesión, gracias en parte a las exportaciones mexicanas que continúan beneficiándose de la no imposición de aranceles por parte de Estados Unidos en productos clave.
La continuidad de este beneficio representa una oportunidad para consolidar la posición de México en cadenas globales de valor, especialmente en sectores como la manufactura automotriz, electrónica y alimentos procesados. Sin embargo, esta misma dependencia comercial representa una debilidad estructural, ya que deja al país vulnerable a decisiones de política exterior en Washington, especialmente en un contexto de renovadas tensiones comerciales.
La recuperación de la industria durante el segundo trimestre, el dinamismo del sector agroalimentario y la fortaleza del mercado interno permiten anticipar un cierre de año más robusto. La estabilidad inflacionaria, la capacidad de adaptación del sector exportador y la creciente atracción de inversiones vinculadas al nearshoring configuran un escenario con importantes oportunidades estratégicas.
México se encuentra en una posición favorable para aprovechar la reconfiguración de los flujos globales de comercio, pero el reto será consolidar esta ventaja sin perder de vista las amenazas externas y las debilidades internas que siguen condicionando su desarrollo.
Collaboration: Editorial Auge.