India plantea un acuerdo comercial preferencial con México

India plantea un acuerdo comercial preferencial con México tras la aprobación de nuevos aranceles aprobados por el Congreso.

La relación comercial entre México e India atraviesa un punto de inflexión. En un entorno marcado por ajustes arancelarios y una reconfiguración acelerada del comercio global, India ha puesto sobre la mesa una propuesta que busca redefinir su vínculo económico con México: avanzar hacia un acuerdo comercial preferencial que permita contener el impacto de las recientes decisiones arancelarias aprobadas por el Congreso mexicano.

La iniciativa surge tras la aprobación de un decreto que modifica diversas fracciones de la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, imponiendo aranceles a 1,463 productos originarios de países sin acuerdos comerciales con México, entre ellos India. 

La medida responde a una estrategia de fortalecimiento de la industria nacional, pero también reconfigura el equilibrio de un intercambio bilateral que en 2024 mostró un crecimiento relevante, aunque con un marcado desbalance. Ese año, México registró un déficit comercial de 7,975 millones de dólares frente a India, con exportaciones por 1,001 millones de dólares e importaciones que alcanzaron 8,976 millones, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de Comercio.

La agencia Reuters informó que el secretario de Comercio indio, Rajesh Agrawal, planteó formalmente la propuesta a autoridades mexicanas con el objetivo de amortiguar el impacto de aranceles que podrían afectar exportaciones indias por alrededor de 2,000 millones de dólares. Las conversaciones técnicas ya comenzaron tras una reunión virtual con el subsecretario de Comercio Exterior de México, Luis Rosendo Gutiérrez, lo que confirma que el diálogo bilateral se mantiene abierto en un momento particularmente sensible.

El intercambio entre ambos países no solo es creciente, sino estratégico. En 2024, las exportaciones mexicanas hacia India aumentaron 5.3 por ciento, mientras que las ventas indias al mercado mexicano crecieron 11.7 por ciento. 

El sector automotriz destaca como uno de los ejes centrales de esta relación. India exportó automóviles a México por un valor de 1,330 millones de dólares, convirtiendo al país en su tercer destino más importante a nivel global y concentrando 19 por ciento de sus exportaciones mundiales de vehículos. A ello se suman autopartes, teléfonos, aluminio, medicamentos, computadoras y motocicletas, mientras que México envía principalmente productos tecnológicos, componentes electrónicos y autopartes.

Para el mercado mexicano, el nuevo escenario presenta fortalezas claras. La política arancelaria refuerza la protección de sectores industriales sensibles y envía una señal de respaldo a la producción local. Al mismo tiempo, abre una ventana de oportunidad para renegociar condiciones comerciales con una de las economías más dinámicas del mundo y explorar esquemas que favorezcan una mayor integración productiva y un comercio más equilibrado. Sin embargo, el déficit estructural, la dependencia de insumos importados y la competencia directa en manufacturas plantean debilidades que deberán ser atendidas con una estrategia comercial cuidadosamente calibrada.

India llega a esta mesa de negociación como la quinta economía más grande del mundo y el país más poblado. Su apuesta por convertirse en una nación desarrollada para 2047 se apoya en el fortalecimiento del sector manufacturero, la atracción de inversión extranjera y su posicionamiento como alternativa para la diversificación de cadenas de suministro globales. Para México, esto representa una oportunidad relevante para atraer inversión, ampliar mercados y consolidarse como plataforma estratégica hacia América del Norte, aunque también implica enfrentar amenazas asociadas a una política comercial india que combina apertura selectiva con medidas proteccionistas.

En este cruce de intereses, decisiones y visiones de largo plazo, la propuesta de un acuerdo comercial preferencial marca algo más que una respuesta a los aranceles. Refleja un momento en el que México e India evalúan su lugar en un comercio global en transformación. Lo que se defina en esta etapa no solo impactará las cifras del intercambio bilateral, sino que podría sentar las bases de una relación económica con implicaciones duraderas para ambos países.

Collaboration: Editorial Auge.