Autos híbridos dominan entre las nuevas tecnologías en México

Durante los primeros cinco meses de 2025, los vehículos híbridos se consolidaron como la opción preferida entre quienes buscan automóviles impulsados por nuevas tecnologías.
Así lo señala el Reporte del Mercado Interno Automotor Ligeros de mayo, elaborado por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) con datos del INEGI.
En el periodo de enero a mayo, se comercializaron 54,684 vehículos con alguna tecnología alternativa (eléctricos, híbridos o híbridos enchufables), lo que representa un incremento del 25.2 % en comparación con el mismo lapso de 2024.
De este total, el 78.22 % correspondió a modelos híbridos, el 14.24 % a eléctricos y el 7.54 % a híbridos enchufables. A pesar de este crecimiento, los autos 100 % eléctricos aún representan una participación modesta en el mercado automotor nacional, con apenas el 1.31 % del total de vehículos comercializados en el país.
En el ámbito de la producción, México muestra una aceleración notable: entre enero y mayo de 2025 se ensamblaron 97,828 unidades eléctricas, frente a las 52,602 registradas en el mismo periodo del año anterior.
Modelos como el Ford Mustang Mach-E, Chevrolet Blazer EV, Equinox EV y Wagoneer S encabezan esta actividad industrial. El crecimiento en la fabricación de autos eléctricos posiciona al país como un actor estratégico en la cadena global de valor, aprovechando su red de tratados comerciales, su cercanía con el mercado estadounidense y la madurez de su ecosistema automotor.
Esta capacidad instalada es una de las principales fortalezas de México, ya que permite a las armadoras operar con eficiencia y responder con rapidez a la demanda internacional, al tiempo que favorece el desarrollo de proveedores nacionales.
No obstante, la transición hacia un mercado más electrificado enfrenta ciertos desafíos. Entre las debilidades que persisten se encuentra la escasa infraestructura de carga en el país, así como los altos costos de los vehículos eléctricos para el consumidor promedio. A ello se suma la falta de incentivos fiscales consistentes que promuevan su adopción en el mercado interno, lo que limita su crecimiento en comparación con otras economías emergentes. Esta situación abre oportunidades relevantes para empresas dispuestas a invertir en soluciones de carga, financiamiento innovador o modelos de negocio orientados a flotas sustentables.
México se encuentra en una posición interesante: por un lado, cuenta con una industria automotriz sólida y adaptable, que ya demuestra capacidad para ensamblar vehículos de nueva generación. Por otro lado, debe acelerar su preparación estructural para captar de forma plena los beneficios de esta transición.
Las amenazas provienen tanto del contexto externo como interno: cambios en políticas comerciales globales, presiones regulatorias, avances más veloces en otros países de la región o una desaceleración en la inversión pueden frenar el ritmo de transformación. Aun así, el dinamismo que muestran los híbridos en el mercado y los eléctricos en la línea de producción permite vislumbrar un camino favorable si se aprovechan las condiciones actuales.
Collaboration: Editorial Auge.