México ocupa el cuarto lugar global en uso de inteligencia artificial de Meta

Meta ha invertido más de 100 mil millones de dólares en investigación y desarrollo de inteligencia artificial desde 2021. Su plataforma Meta AI ya cuenta con cerca de 1,000 millones de usuarios activos en el mundo, y México se posiciona como el cuarto país con mayor uso de esta tecnología.
Marco Casarín, director general de Meta en México, durante su participación en el Social Media Week 2025, comentó que el desarrollo de la inteligencia artificial ha entrado en una nueva etapa que democratiza el acceso y permite que más personas y empresas integren estas soluciones en su día a día.
Meta AI ya opera en más de 200 idiomas y su meta es alcanzar los 1,000, con el propósito de lograr una adopción verdaderamente global e inclusiva.
Entre los desarrollos más relevantes de Meta destaca LLaMA, su modelo de lenguaje de código abierto, que impulsa la creación de soluciones accesibles para desarrolladores, empresas e instituciones en todo el mundo.
La estrategia de apertura de la empresa busca fomentar un ecosistema digital más transparente, colaborativo y diverso. A nivel comercial, Casarín señaló que la inteligencia artificial ya está generando resultados tangibles.
En Estados Unidos, las campañas publicitarias desarrolladas con IA en Meta reportan un retorno sobre la inversión (ROAS) de 3.71 dólares por cada dólar invertido. Esta eficiencia está transformando la forma en que las marcas gestionan sus campañas, analizan datos y se comunican con sus audiencias.
En México, el impacto de Meta se extiende a plataformas clave como WhatsApp. El 86 % de los usuarios en el país interactúa con alguna empresa a través de esta app al menos una vez por semana, y el 65 % realizó compras durante el Hot Sale utilizando este canal.
Este comportamiento confirma la consolidación de WhatsApp como herramienta comercial directa y eficiente, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Además del consumo, México se distingue también por su dinamismo creativo dentro del ecosistema digital.
Actualmente, el país alberga la sexta comunidad de creadores más grande del mundo y muestra uno de los niveles más altos de consumo per cápita de video y multimedia a escala global. Este entorno ha impulsado la expansión de productos como Reels e Instagram, al mismo tiempo que Facebook mantiene un crecimiento sostenido.
Casarín reiteró el compromiso de Meta por desarrollar herramientas que acerquen la inteligencia artificial a la vida cotidiana de las personas y las empresas. La visión de la compañía, señaló, es avanzar hacia un futuro donde la IA sea personalizada, útil y accesible para todos.
La posición de México como uno de los mercados líderes en el uso de IA representa una fortaleza estratégica en el entorno digital actual. La amplia adopción de tecnologías, el alto nivel de conectividad móvil, el talento creativo joven y el crecimiento del comercio electrónico forman una base sólida para aprovechar las nuevas soluciones de inteligencia artificial a escala.
Al mismo tiempo, la apertura de plataformas como LLaMA crea oportunidades para el desarrollo local de herramientas, productos y servicios con valor agregado, lo que podría acelerar la formación de startups especializadas, fomentar alianzas entre industria y academia, y consolidar nuevos polos tecnológicos fuera de los centros tradicionales.
Sin embargo, también existen desafíos estructurales que deben atenderse. La baja inversión nacional en ciencia y tecnología, las brechas de infraestructura en regiones menos desarrolladas y la carencia de políticas públicas que impulsen el despliegue responsable de la IA limitan su adopción homogénea. Estos factores representan debilidades que pueden ralentizar la participación activa de México como generador de soluciones propias en lugar de mantenerse como un consumidor pasivo de tecnologías extranjeras.
Además, la velocidad con la que evoluciona la IA plantea amenazas vinculadas a la regulación, la seguridad de los datos y el desplazamiento de empleos, que requieren respuestas institucionales firmes y coordinadas para evitar desigualdades aún mayores en el acceso a la transformación digital.
En este escenario, la capacidad del país para convertir el uso intensivo de plataformas en una estrategia de innovación con impacto económico dependerá de su habilidad para alinear el talento, la inversión, la educación y la regulación en un mismo sentido.
Collaboration: Editorial Auge.