Francia refuerza su vínculo empresarial y laboral con México

El vínculo entre Francia y México se consolida como un motor clave para el crecimiento económico y la generación de empleos en el país.
Actualmente, más de 700 empresas francesas operan en territorio mexicano, concentrándose en sectores como manufactura, energía, tecnología, automotriz y servicios financieros.
De estas, alrededor del 70% se ubican en la Ciudad de México, convirtiendo a la capital en un punto estratégico para el comercio binacional, aprovechando su infraestructura, concentración de talento y cercanía con los principales centros financieros del país. Sin embargo, esta concentración también presenta desafíos, como la saturación del mercado laboral y la presión sobre los costos operativos.
Durante la segunda edición de “Francia Recluta”, realizada en la Ciudad de México, David Ribot, vicepresidente de expansión geográfica de la Cámara de Comercio e Industria Franco-Mexicana, subrayó que las empresas francesas nunca habían invertido tanto en México como en los últimos años, destacando su enfoque en empleos formales y de calidad. Ribot afirmó que, aunque estas inversiones suelen ser discretas, se caracterizan por ofrecer trabajos con seguridad social, salarios competitivos y proyección internacional.
Esta apuesta por empleos de alto valor agregado refleja la capacidad de México para atraer inversión extranjera, aunque también enfrenta el desafío de asegurar la formación de talento técnico y profesional para satisfacer la creciente demanda.
Además, el directivo señaló que, aunque la Ciudad de México concentra la mayoría de las sedes, existen importantes polos de inversión en regiones como el norte del país, Querétaro, Guadalajara y Veracruz, donde se desarrollan sectores industriales estratégicos que representan nuevas oportunidades para la diversificación económica.
Por su parte, Inés González, secretaria del Trabajo de la Ciudad de México, destacó que las empresas francesas tienen un impacto significativo en la economía local al generar empleos directos e indirectos, promoviendo condiciones laborales dignas y formales. Reiteró que el empleo no es solo una fuente de ingresos, sino un derecho humano fundamental que debe ser respetado y garantizado para todos los trabajadores, reforzando así la visión de un desarrollo económico más inclusivo y justo. Sin embargo, también es necesario enfrentar retos como la reducción de la informalidad y la mejora en las condiciones laborales para fortalecer el mercado interno y reducir las brechas de desigualdad.
Con una inversión que prioriza la creación de empleos de calidad y el fortalecimiento de la infraestructura productiva, las empresas francesas refuerzan su compromiso con el desarrollo sostenible y el progreso económico en México. El mercado mexicano, con su población joven y su creciente capacidad productiva, presenta un atractivo significativo para los inversionistas extranjeros, aunque también enfrenta desafíos en términos de infraestructura, seguridad y estabilidad económica que deben ser abordados para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo.
Collaboration: Editorial Auge.