Mipymes esperan fuerte repunte de ventas durante el Buen Fin
Mipymes del país esperan incrementar sus ventas entre 15 y 55% durante el Buen Fin, impulsadas por el comercio electrónico.
En medio de vitrinas digitales repletas de descuentos y carritos virtuales que no dejan de llenarse, las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas se prepararon para una de las semanas más decisivas del año. El Buen Fin 2025 no solo representa un periodo de ventas aceleradas, sino una oportunidad histórica para que las mipymes consoliden su papel en el nuevo mapa del consumo nacional.
Con proyecciones de crecimiento que oscilan entre 15 y 55 por ciento, miles de emprendedores ven en esta edición una plataforma para medir su madurez digital, su capacidad logística y su habilidad para conectar con un consumidor cada vez más informado y exigente.
De acuerdo con datos de Tiendanube, las empresas con presencia en comercio electrónico serán las grandes protagonistas, con potencial de alcanzar hasta un 55 por ciento más en ventas respecto a un mes regular. Las que operan exclusivamente en tiendas físicas proyectan un avance más moderado, pero igualmente relevante en un contexto donde cada peso cuenta.
Para muchas mipymes, este fin de semana largo representa la mitad de sus ventas mensuales y alrededor del cinco por ciento de sus ingresos anuales, cifras que reflejan la magnitud de su impacto en la economía interna.
El ticket promedio estimado será de 1,400 pesos, una reducción de 14 por ciento frente al año pasado. Sin embargo, más que un retroceso, el dato revela un cambio de comportamiento: los consumidores compran más, comparan mejor y aprovechan las ofertas de manera más estratégica. Durante los días de promoción, las ventas en línea crecen en promedio 70 por ciento respecto a meses sin descuentos, lo que convierte al Buen Fin en un auténtico barómetro del dinamismo empresarial mexicano.
El patrón de consumo también deja huellas precisas. Los primeros y últimos días concentran la mayoría de las compras, con picos de consulta por la noche y transacciones que se concretan al mediodía. Esta coreografía digital refleja una fortaleza clave del mercado: el cliente mexicano ha aprendido a navegar el entorno omnicanal, y las mipymes que comprenden ese ritmo pueden convertir la atención nocturna en ventas diurnas mediante estrategias de remarketing, comunicación directa y experiencias personalizadas.
Pero no todo son luces brillando en los escaparates digitales. El crecimiento acelerado del comercio electrónico expone debilidades que aún persisten en el ecosistema emprendedor. Falta de infraestructura tecnológica, deficiencias logísticas y limitada capacitación del personal pueden convertir el éxito en un desafío operativo. Además, la competencia de grandes cadenas y plataformas globales ejerce presión sobre los márgenes y obliga a las mipymes a diferenciarse con valor, cercanía y servicio.
Aun así, el panorama ofrece oportunidades que pocos años atrás parecían inalcanzables. La digitalización del consumo, el acceso extendido a métodos de pago en línea y la expansión de los servicios de entrega en todo el país han democratizado el comercio. Hoy, un pequeño negocio puede vender a un cliente en otra ciudad con la misma facilidad que una multinacional. En esa capacidad para adaptarse y aprovechar la tecnología radica una de las principales fortalezas del mercado mexicano: su resiliencia.
Sin embargo, los vientos económicos pueden volverse impredecibles. La inflación, las tasas de interés elevadas y la cautela del consumidor ante el endeudamiento representan amenazas latentes. A ello se suma la saturación de promociones que, en ocasiones, diluye la atención del cliente y deja a las pequeñas marcas en segundo plano. En este contexto, la estrategia, la planeación y el entendimiento del comportamiento del consumidor se vuelven armas decisivas.
El Buen Fin 2025 será más que un evento comercial: será un examen colectivo sobre la capacidad del empresariado mexicano para transformarse. Las mipymes que logren sortear los desafíos tecnológicos y logísticos no solo aumentarán sus ventas, sino que se posicionarán como actores centrales en la nueva economía digital del país. En este escenario de cambio, cada clic, cada venta y cada experiencia cuenta. Porque este Buen Fin no solo medirá el pulso del consumo, sino también la fuerza de un país que está aprendiendo a competir, innovar y prosperar.
Colaboración: Editorial Auge.