México impulsa desarrollo con portafolio de inversiones

El Gobierno de México anunció la existencia de un portafolio de inversiones por 298,000 millones de dólares, que agrupa 1,937 proyectos distribuidos en las 32 entidades del país.
Esta estrategia busca acelerar el crecimiento económico, fomentar la creación de empleos y propiciar la instalación de nuevas industrias, de acuerdo con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
La iniciativa responde a una solicitud presidencial realizada hace nueve meses. El objetivo fue claro desde el inicio: identificar proyectos con alto impacto económico, atender los requerimientos necesarios para su éxito y coordinar a las dependencias públicas para eliminar cualquier obstáculo que impida su avance.
Del total de proyectos registrados, 446 presentan retos específicos en materia de disponibilidad de agua, impacto ambiental, acceso a energía e infraestructura, los cuales ya están siendo atendidos de forma prioritaria. Ebrard recalcó que, a la fecha, ningún proyecto ha sido cancelado, lo que demuestra el compromiso del gobierno con este esfuerzo de articulación.
El portafolio representa aproximadamente el 16 % del Producto Interno Bruto nacional, una cifra que dimensiona el alcance económico de esta agenda.
Las inversiones se concentran en sectores clave como manufactura, energía, agua y gas, y tienen presencia en todos los estados del país, aunque destacan particularmente Baja California, Nuevo León y Sonora.
Este anuncio se da en un contexto donde el país cuenta con ventajas estructurales que fortalecen su atractivo como destino de inversión: una ubicación geográfica estratégica, una red de tratados comerciales que facilita el acceso a mercados internacionales, una población joven con capacidad de adaptarse a nuevas industrias y un entorno macroeconómico estable.
A ello se suma el impulso del nearshoring, que ha abierto nuevas oportunidades para integrar a México en cadenas globales de suministro con alto valor agregado.
Sin embargo, el avance de estos proyectos también enfrenta debilidades persistentes que deben ser atendidas con visión de largo plazo. La infraestructura hídrica, energética y de transporte en algunas regiones del país requiere ampliación y modernización. Asimismo, los procesos regulatorios aún representan una carga para ciertos sectores, y existe disparidad en la capacidad institucional entre entidades federativas. A pesar de estos desafíos, el respaldo gubernamental y la voluntad de coordinar acciones interinstitucionales ofrecen una base sólida para superar estos rezagos.
El entorno global presenta amenazas que no pueden ignorarse, como la incertidumbre geopolítica, las tensiones comerciales entre potencias y la creciente presión sobre los recursos naturales. No obstante, México parte de una posición que le permite aprovechar las circunstancias con inteligencia: su integración con América del Norte, su potencial en energías limpias y la creciente confianza del capital internacional en su estabilidad.
Desde una perspectiva empresarial, esta iniciativa representa mucho más que una cifra. Es una plataforma que puede redefinir la relación entre el sector privado y el gobierno, donde se privilegia la colaboración, la claridad de reglas y la coordinación para facilitar la inversión. La articulación de estos casi dos mil proyectos permite anticipar un entorno más competitivo, más incluyente y con un enfoque regional que favorece tanto la innovación como el desarrollo industrial.
Colaboración: Editorial Auge.